¡Encantada de conocerte, soy Roser!
Health & Nutrition Coach
Mi nombre es Roser, Coach Personal, Nutricionista y diplomada en Logopedia. Encontré mi vocación en la fusión de dichas profesiones para dar lo mejor de mí a aquellos que lo necesitan.
Perfeccioné mi conocimiento para poder realizar un diagnóstico exhaustivo y un tratamiento personalizado para que, además de poner mi granito de arena como terapeuta, las personas que necesitan mi ayuda puedan llevar a cabo una vida lo más plena y satisfactoria posible.
Me dedico a acompañar a personas en su proceso de autoconocimiento, liberando aquellas emociones y creencias limitantes que les impiden lograr sus objetivos para poder sanar desde el interior. Además, les ayudo a que confíen en sí mismas para aprender a proyectar lo que llevan dentro, su esencia.
Mi propósito de vida es mi historia personal. Desde muy pequeña me interesó el mundo del desarrollo personal y el autoconocimiento y la vida no me lo puso nada fácil cuando me dispuse a crear mi propio camino.
Lo que nadie nos dice es que, cuando empiezas a vivir no creas tu historia sino que la crean por ti, realizando aprendizajes a lo largo de tu vida para que crezcas y desarrolles todo tu potencial. Me daba una y otra vez contra un muro, me caía al vacío sin ver el precipicio que se encontraba a mis pies, expectante de que alguien me rescatara. Pero no, nadie me rescató.
La buena noticia es que si estoy aquí, es porque no me he caído por ese precipicio y porque quiero que tú, igual que yo recuperes la sensación de que todo es posible. Ahora mismo debes pensar que tienes dos opciones, caerte por ese precipicio o evitar caer en él y aunque esas dos opciones son válidas, quiero ofrecerte una tercera.
Quiero decirte que yo tampoco estoy aquí para rescatarte sino para mostrarte el camino, porque la única persona que puede salvarte, esa eres tú misma. Así es como decidí crear mi historia.
Nazco en Barcelona un 4 de noviembre del 1993 a las 6:00 de la mañana. Tengo tantas ganas de salir al exterior, que salgo antes de tiempo. Trago un poco de suciedad y tengo que estar en la incubadora durante unos días y sin apenas contacto físico con mi madre.
Me cogen para hacer anuncios de televisión, les gusta mi cara y mi expresividad.
Conozco a la persona más bonita de mi vida: mi padre. La persona que me ha criado y me ha dado la vida sin esperar nada a cambio. Renuncio a las vacaciones con mis abuelos solo por estar con él trabajando en el bar. No me separaría ni un segundo de él.
Me cambio de colegio porque no hay instituto. Tengo el primer conflicto conmigo misma y con el mundo. Cada vez me gusta menos este juego llamado vida.
Empiezo a fijarme en un chico de mi clase, los amores que había tenido anteriormente no se podían comparar a este. Era algo distinto, real. Empiezo a descubrir una parte de mí misma que desconocía.
Opto por estudiar el bachillerato científico, lo mío son las ciencias y lo sé. Quiero ayudar a los demás y no sé cómo. Empiezo a sentir cada vez más interés por la Logopedia.
Es el curso más difícil con diferencia. Me quedan 8 asignaturas el primer semestre y mi tutora decide reunirse con mis padres para explicarles la situación. Les plantea la posibilidad que pueda repetir curso pero al final acabo aprobándolo todo.
Empiezo la carrera de Logopedia. La vida universitaria empieza a parecerme más divertida. Conozco a gente que merece la pena pero también me doy cuenta de que hay personas muy interesadas y que la universidad es la ley del más fuerte. Se comen unos entre otros y yo rechazo la idea de tener que pelear para lograr mi propósito.
Muere mi abuelo y caigo en una profunda depresión de la cual no sé cómo salir. Con la ayuda de mis padres voy a un psiquiatra durante unos meses. Él dice que no puede hacer nada más por ayudarme pero que puede seguir visitándome si lo deseo. Por mi propio pie decido no volver a su consulta.
Acabo la carrera de Logopedia y asisto a mi graduación. Es el día perfecto, me acompañan las personas más importantes de mi vida y no necesito nada más.
Descubro que hay algo que me llena mucho más que lo que he estudiado y realizado hasta ahora. Vuelco todos mis sentimientos y sensaciones en las páginas de algo que parece dar forma a un libro. Me encanta vaciarme tanto con algo que sin querer, vuelve a llenarme.
Estudio metabolismo y nutrición durante el confinamiento y escribo un libro que nace de un sueño. Acabo por enviar mi primer manuscrito a una editorial. No dudan un segundo al aceptar mi propuesta y deciden publicar mi libro.